Dr. Erik Hendrick Carpio
27 de octubre de 2025
Cuando se vive una experiencia trascendente debido al uso de plantas sagradas como la Ayahuasca o el San Pedro, en muchas ocasiones, la percepción de uno mismo y de la realidad puede cambiar de manera dramática. El modo en que percibíamos y entendíamos el mundo que nos rodea se transforma de manera súbita y los límites entre el "Yo" (la identidad personal, la historia de vida) y el "No-Yo" (el entorno, otras personas, el universo) se vuelven difusos o desaparecen por completo. La sensación de ser un ente separado y aislado se disuelve y se experimenta una especie de interconexión con todo lo que nos rodea. Es como si nosotros fuésemos el Todo o el Todo fuese nosotros. Esta experiencia no tiene una forma única de producirse. Sucede de manera distinta en cada individuo que logra vivirla. A veces trae consigo una sensación de éxtasis espiritual y de unión con el cosmos, pero a veces es excesivamente abrumadora y desestabilizadora.
Cuando este tipo de experiencia se produce de manera positiva, se le suele dar el nombre de “experiencia mística”, aunque también se le conoce como “experiencia pico” o “experiencia transpersonal”. Este tipo de experiencia implica una disolución de los límites del ego, donde la conciencia individual se siente subsumida o idéntica a una conciencia universal. Es en estos momentos cuando la percepción que tenemos de nosotros mismos deja de ser una experiencia personal y nos volvemos partícipes de una Conciencia Cósmica, lo cual implica un cambio radical y profundo en la forma en que nos percibimos a nosotros mismos y a nuestra relación con el universo. Durante esta experiencia nuestra comprensión y percepción del universo se transforma, ya no lo vemos más como un lugar caótico o mecánico, sino como algo que está imbuido de una Inteligencia, Orden o Sentido profundo y trascendente.
En nuestra estructura psíquica es el Yo Superior, tal como lo concebía Assagioli, el que sustenta la conexión directa y el punto de acceso a la Conciencia Universal o Transpersonal. No es lo mismo el Yo Personal y el Yo Superior. Desde la perspectiva de Assagioli, el Yo Personal es concebido como el centro de conciencia en el plano de la vida cotidiana. Es lo que la mayoría de la gente concibe como su identidad. Es el punto de conciencia que permite la percepción, el pensamiento y el sentimiento en el aquí y ahora. Está confinado por el cuerpo, las experiencias pasadas y las circunstancias actuales. Se experimenta como una entidad separada de los demás y del mundo. Se enfoca en la gestión de la vida práctica, el logro de metas y en evitar el sufrimiento que lleva consigo la vida cotidiana. El principal error es creer que es la totalidad del ser, cuando en realidad es solo un punto focal dentro de un campo psíquico mucho más vasto, puesto que nuestra vida psíquica no está compuesta únicamente por la conciencia, sino también por la vida de lo inconsciente tanto personal como colectivo y transpersonal.
El Yo Superior es una dimensión más profunda y vasta de nuestra psique.
El Yo Superior es una dimensión más profunda y vasta de nuestra psique. Es aquel aspecto de la conciencia que existe fuera del tiempo y del espacio, y es lo que permite darle sentido o significado a la vida, y conectarnos con la sabiduría innata de cada uno de nosotros. El Yo Superior puede ser entendido como el centro de toda nuestra estructura psíquica, incluyendo nuestra vida consciente e inconsciente. A la vez, es el punto de nuestro ser que conecta toda nuestra vida psíquica con el cosmos y es el punto guía y armonizador de todo nuestro ser. Es indescriptible en su totalidad, pero puede ser percibido parcialmente durante estados ampliados de conciencia. Es la guía a la cual nuestro Yo Personal aspira a conectarse. Se le pide consejo y se le atribuyen los insights más profundos, la intuición, la inspiración y la genialidad.
El objetivo de un proceso psicoterapéutico transpersonal es alinear, en el centro del mismo eje, al Yo Personal con la voluntad y la sabiduría del Yo Superior, superando así los miedos y las limitaciones de la personalidad de la vida cotidiana. Es procurar que el Yo Personal no se salga del eje del Yo Superior, pues de lo contrario la personalidad se vuelve excéntrica, fuera de su centro, fuera del eje y, por lo tanto, propensa a ser dominada por las fuerzas de lo inconsciente. En la psicoterapia se busca una ampliación del campo de la conciencia, logrando alinear nuestro Yo Personal con nuestro Yo Superior.
Una experiencia ritual con Ayahuasca, seguida de un riguroso proceso de integración psicológica, puede ayudar significativamente a un individuo en alinearse con su Yo Superior. Esta alineación se logra a través de un proceso de desmantelamiento del ego y reestructuración de la conciencia. El proceso a menudo implica la confrontación con los complejos y con los traumas. Al participar en una ceremonia de Ayahuasca, a menudo se experimenta una purga física y emocional que se vive simbólicamente a modo de limpieza. Esta limpieza permite desbloquear el acceso al potencial superior, alinearnos con el Yo Superior, el cual no solo se manifiesta únicamente como éxtasis, sino también como fuente de sabiduría y poder. Fuerza al individuo a ver las mentiras y autoengaños que sostienen la desalineación, permitiendo que la voluntad del ego se rinda a la voluntad superior.