En Sapan Inka, nuestras ceremonias de Ayahuasca honran la sabiduría ancestral y los profundos principios chamánicos practicados por los curanderos Shipibo de la Amazonía. Nuestro objetivo primordial es facilitar una sanación física, emocional y espiritual profunda, así como un exitoso proceso de transformación personal. Hemos desarrollado un enfoque único que integra de manera respetuosa el uso tradicional amazónico de la Ayahuasca con una filosofía de mínima interferencia.
Las ceremonias tienen una duración aproximada de tres horas, pudiéndose extender si los participantes requieren apoyo adicional para completar su proceso de manera plena.
La esencia de nuestras ceremonias se fundamenta en la convicción de que los procesos de sanación y transformación son eminentemente internos, guiados por la propia inteligencia de la planta maestra Ayahuasca y la psique del participante. Confiamos profundamente en el poder sanador inherente a la medicina y en la capacidad de auto-regulación de la psique humana.
Creemos que la Ayahuasca tiene la capacidad de guiar al participante en su viaje interior, revelándole exactamente lo que necesita ver, sentir o sanar. Por ello, nuestros guías evitan dirigir la experiencia del participante con sugestiones o interpretaciones prematuras. El papel del guía o facilitador es el de ser un guardián del espacio sagrado, manteniendo la calma, la presencia consciente y permitiendo que la energía de la ceremonia fluya de manera orgánica, sin ser forzada.
Es importante comprender que la filosofía de "mínima interferencia" no implica la ausencia de soporte emocional, verbal o contención. Más bien, propone un tipo específico de apoyo que prioriza el proceso interno del participante y se alinea con la naturaleza profunda y a menudo no verbal de la experiencia con Ayahuasca. Consideramos que este enfoque es más afín a la naturaleza energética e intuitiva de la experiencia, permitiendo que el trabajo de la medicina se profundice sin la interferencia del intelecto o la verbalización prematura.
Es crucial que las personas interesadas en participar en un retiro de Ayahuasca consideren la posibilidad de experimentar estados desafiantes, que pueden incluir sensaciones de terror, confusión o paranoia. En Sapan Inka no catalogamos estas experiencias como "malos viajes" (bad trips), se consideran oportunidades para el enfrentamiento y la liberación de traumas, miedos profundos, patrones de pensamiento limitantes o aspectos "sombra" de la psique. Se cree que la Ayahuasca trae a la superficie lo que necesita ser procesado para la sanación. Se le sugiere al participante a que se entregue al proceso, confiando en su propia capacidad para atravesar la dificultad. Los guías están ahí para recordarles que es un proceso interno y que pueden superarlo. En estos momento de viaje desafiante, las herramientas que se emplean en las ceremonias en Sapan Inka son las que operan a nivel energético y espiritual como los cantos y las sopladas.
Si el participante verbaliza su angustia o necesita una guía explícita, se le proporcionará al participante indicaciones muy puntuales como: instrucciones para respirar profundo y soltar, recordatorios de entregarse al proceso y confiar, afirmaciones de seguridad y contención. Se evita la interpretación o el análisis psicológico durante el clímax de la experiencia, ya que esto podría sacar al participante de su proceso profundo y no verbal, interrumpiendo la liberación que está ocurriendo.
Durante la ceremonia, el apoyo a los participantes se realiza principalmente a través de:
El canto de los ícaros: melodías sagradas que guían, limpian y armonizan el campo energético.
Las sopladas con perfumes (como agua florida o agua de cananga) o el humo de mapacho (tabaco sagrado), utilizados para limpiar, proteger y equilibrar la energía.
El uso de instrumentos tradicionales como tambores y maracas, que modulan el ambiente y el estado de conciencia.
Nuestros guías están siempre presentes y disponibles durante toda la ceremonia. Si bien las técnicas chamánicas que empleamos no requieren contacto físico, este se establece solo cuando es estrictamente necesario, por ejemplo, en caso de que la seguridad física o psicológica del participante esté comprometida. El modo de apoyar es a través de estas técnicas energéticas y espirituales, interviniendo con un canto, una soplada, o una palabra de aliento solo cuando se percibe que el participante necesita un soporte activo para navegar un momento desafiante, siempre invitándolo a encontrar su propia resolución interna.
Cultivamos un profundo respeto por la autonomía y la experiencia individual de cada participante, reconociendo que cada viaje con Ayahuasca es único e irrepetible. No existe una "forma correcta" de vivirlo, y respetamos cualquier manifestación que surja (llanto, risa, introspección silenciosa, movimiento). Evitamos juzgar o imponer expectativas sobre cómo debería ser la experiencia de alguien, y recomendamos a cada participante entregarse plenamente a su propio proceso.
Como guías, nuestra labor fundamental es proteger el espacio sagrado o campo de sanación del templo de ceremonia, asegurando que nada externo perturbe la experiencia de los participantes y estando atentos a cualquier señal de necesidad de apoyo inmediato.
Nuestros retiros incorporan dos o tres sesiones de Ayahuasca, con un máximo de ocho participantes por grupo. Este tamaño limitado permite una atención y orientación personalizada esencial para un proceso terapéutico exitoso. La ceremonia de Ayahuasca es un ritual que abre un estado de conciencia no ordinario, facilitando la conexión con la sabiduría interior, la autocuración y el autoconocimiento. Frecuentemente, la Ayahuasca promueve una poderosa catarsis, una profunda limpieza emocional, psicológica y espiritual que libera bloqueos.
Una vez que la ceremonia concluye y los participantes se sienten estables, se les invita a sus habitaciones para permitir una integración más personal con la medicina, especialmente beneficiosa para quienes prefieren un entorno individual. Los guías permanecen disponibles y accesibles durante toda la noche, ofreciendo asistencia a solicitud.
Si, al final de la ceremonia, uno o más participantes requieren apoyo adicional para completar su proceso, los guías permanecen en el templo con ellos el tiempo que sea necesario, hasta que el individuo se sienta plenamente restablecido antes de invitarlo a su habitación.
La clave de la efectividad de la mínima interferencia durante la ceremonia reside en que el soporte emocional, el apoyo verbal y la contención psicológica profunda se reservan para el proceso de integración posterior. Es en este espacio de sobriedad y reflexión donde la persona puede procesar, verbalizar y dar sentido a lo vivido de manera segura y guiada por nuestro asesoramiento psicológico transpersonal y un análisis psicológico profundo.
Ver nuestros retiros de Ayahuasca